¿Cuál es el motivo del éxito o el fracaso de los alumnos en
el aula? Des de mi punto de vista, no existe un factor que nos asegure el éxito
en el aula, más bien creo que existen múltiples factores que generan las
condiciones propicias para que se de ese éxito o no.
Para la detección de los alumnos con necesidades educativas
especiales (NEE) es necesaria una buena formación
de los maestros y profesores que van a trabajar con ellos. Observar a nuestros alumnos y detectar
sus dificultades son los primeros pasos a dar para poder realizar un buen
diagnóstico. La falta de formación puede ser un obstáculo a la hora de detectar
las dificultades de nuestros alumnos.
Una vez realizada la detección y realizado el diagnóstico
por parte de los especialistas oportunos. Es necesario partir de unas
orientaciones psicopedagógicas y aunque en los casos como el TDAH es posible la
medicación de los alumnos, siempre se debe llevar a cabo un tratamiento psicopedagógico
adaptado a las NEE de dicho alumno o alumna.
En este punto el aula se convierte en un entramado de
relaciones apasionantes que hay que descubrir, facilitar su fluidez y sobretodo
valorar las opiniones, intereses y sentimientos de nuestros alumnos. Si tenemos
un alumno con TDAH en nuestra aula ha llegado el momento de explicar a todos
los alumnos que le pasa a Sergi, a Joan, a LLiris…: “Y es que resulta que Sergi
no puede parar de moverse, le cuesta mucho concentrarse y seguir las normas. Y aunque él lo intenta le
cuesta tanto que muchas veces no consigue lograrlo y nosotros le tenemos que
ayudar para que así él esté más a gusto y se sienta mejor y nosotros también,
porque sabemos que si alguna vez nos rompe una hoja o se lo deja todo
desordenado es sin querer y no hay que enfadarse con él, pero sí se lo tenemos que recordar.” Y dentro de nuestra aula inclusiva, trabajar
proyectos a través de los intereses de los alumnos, apostar por los horarios
flexibles, proponer las tareas siempre por pasos, valorar cada paso, motivar siempre
a cada paso y reforzar positivamente, querer a nuestros alumnos, tener en
cuenta como se sienten, trabajar su autoestima, colaborar conjuntamente con los
diferentes profesionales que tratan a nuestros alumnos y sobretodo conseguir
una buena coordinación y colaboración con la familia. ¿Difícil? Las familias de
alumnos con NEE, se enfrentan a un reto. Nadie les dio el manual de cómo educar
a sus hijos, muchas veces se sienten perdidos y no pueden aceptar que sus hijos
tienen alguna cosa que les hace diferentes al resto. Deben enfrentarse primero
a ese proceso de aceptación para posteriormente coger todas sus fuerzas para
seguir las pautas psicopedagógicas que deben seguir codo con codo con el
centro.
Nadie dice que sea fácil, pero tampoco es tan complicado y
os aseguro que vale la pena ver como avanzan nuestros alumnos. Verles sonreír,
conseguir que se sientan como uno más, que crean en sus posibilidades, que
aprovechen sus diferencias para explotar su potencial. Si tenemos alumnos
hiperactivos, aprovechar ese derroche de energía que tienen para cosas
productivas y tengamos claro que hay muchas formas de trabajar y aprender que
van más allá de estar sentado en una silla en silencio con un lápiz y una
libreta.
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